María Luisa Martell Contreras
Mtra. en Antropología Sociocultural
Cronista de Córdoba
El 8 de diciembre de 1920 Agustín Abascal, vocal de la Junta de Administración Civil del entonces Ayuntamiento de Córdoba, presentó en sesión ordinaria una propuesta solicitando el permiso para constituir un comité de festejos para celebrar, además de la conmemoración de la gloriosa batalla del 21 de mayo; el primer centenario de la firma de los Tratados de Córdoba.
Tras la resolución aprobatoria por parte de los miembros de la Junta se acordó conformar un comité de festejos que llevaría a cabo la gestión de las actividades, tanto de tipo cultural como festivo. Entre los puntos señalados en la propuesta inicial se mencionaba: solicitar a las Cámaras de la Unión que por única ocasión se declarara, fiesta nacional el 21 de mayo y 24 de agosto de 1921, la solicitud de subsidios para el embellecimiento de la ciudad (pavimentación de calles) y la preparación de los festejos, la invitación a los gobernadores de todos los estados, así como la gestión para que el presidente de la República, Álvaro Obregón; inaugurara las mejoras materiales que se realizarían y, que, tanto él como el Gobernador del Estado, Adalberto Tejeda, fueran quiénes presidieran las ceremonias y demás festividades.
De igual forma, como parte de los festejos de conmemoración se incluyó la inauguración del Salón de Cabildos en el cual se insertarían en sus muros (en letras de oro), los nombres de los cordobeses más distinguidos, llamándole en lo sucesivo “Salón Ilustres Cordobeses”; petición que fue aprobada en sesión ordinaria del 7 de junio de 1921.
La junta de festejos local integrada para celebrar el centenario de estas dos fechas históricas, quedó conformada de esta manera: José Fernández de Castro (presidente), Nicolás Ureta (vicepresidente), Rafel Monroy (secretario), Ramón Orbezo (tesorero) y Manuel Barbosa (pro-secretario). Asimismo, se contó con ocho vocales más, entre los cuales estaba el señor Agustín Abascal quién sometió a consideración de la Junta de Civil la propuesta de celebración de este primer centenario.
De acuerdo a lo referido en el programa de festejos para tales conmemoraciones, se llevaron a cabo actividades diversas del día 20 al 28 de agosto. En los primeros tres días se realizaron juegos deportivos (en los que participaron personas que llegaron de la capital y de otros estados) en dónde se realizaron carreras de resistencia y velocidad, lanzamiento de disco y martillo, saltos de altura, de distancia y de garrocha.
De igual manera, se llevó a cabo una gran serenata en el parque 21 de Mayo en dónde tocaron Bandas de Música Militares, proporcionadas tanto por el presidente de la República como por el gobernador del estado de Veracruz.
Previo al recibimiento del presidente de la República, el gobernador Adalberto Tejeda inauguró dos jardines acondicionados y arreglados para estos festejos y, encabezó un acto cívico. Terminada esta actividad, se trasladaron a la Estación del Ferrocarril para esperar el arribo del presidente Álvaro Obregón, miembros del Gabinete, Cuerpo diplomático y demás gobernadores; quiénes fueron recibidos con bandas que tocaron el himno nacional, salvas de artillería y, el repique de campanas de todas las iglesias, para que los cordobeses supieran de la llegada de tan ilustres invitados.
La recepción oficial se llevó a cabo en el Salón Rojo (ahora Salón central) del Palacio Municipal, en dónde el presidente de la República fue acreditado de manera simbólica, como el presidente Honorario de la Junta de Festejos. Posteriormente se realizó la inauguración de la Exposición Agrícola, Industrial y Comercial de Córdoba; y por la noche, con el acompañamiento de varias Bandas de Música Militares se inauguró la “iluminación artística” del Palacio, la iglesia y el Parque 21 de Mayo.
Para el día 24 de agosto, una vez que se hizo el izamiento de la bandera en el palacio y edificios públicos a tempranas horas de la mañana, se realizó una parada militar en la “Calzada de las Estaciones” con el pase de revisión por parte del presidente de la República. Posteriormente se trasladaron al centro de la ciudad para presenciar el Paseo Cívico-histórico militar, por las principales calles y avenidas.
De acuerdo al programa de ese momento, hubo una gran participación de bandas, clubes, asociaciones e incluso de miembros del Colegio Militar, así como de la Infantería de Marina del Golfo, Fuerzas de la Guarnición y Batallones; que vinieron exclusivamente a este desfile. De igual manera, se presentaron carros alegóricos temáticos como: “Las Históricas Lomas de Huilango” época precortesiana, “Fundación de Córdoba”, “Córdoba Heroica” y, un carro alegórico de amatecos. En ese sentido, también se presentaron dos cabalgatas históricas con el tema “Nuestros antecesores”, una relativa a las autoridades prehispánicas que trataron con Hernán Cortés a nombre de Moctezuma y, otra titulada, “El padre Yanga”.
La Comisión de la Junta de Festejos, Comisiones Oficiales y Empleados, así como, las Colonias española, sirio-libanesa e italiana con sus respectivas banderas; se hicieron presentes en el desfile y, una vez que este llegó a su fin, el presidente Álvaro Obregón con su respectiva comitiva y demás autoridades se trasladaron a un espacio acondicionado frente al Palacio Municipal, para encabezar un acto cívico en dónde, como parte de las actividades, se realizó la solemne inauguración del Salón “Ilustres cordobeses
Por la tarde, después del arrío de la bandera en el parque 21 de Mayo, hubo una serenata y “batallas de conffeti y serpentinas”. Antes de la media noche se quemaron fuegos pirotécnicos, para luego dar paso a bailes populares en distintos lugares de la ciudad; incluido el espacio acondicionado frente al Palacio Municipal en donde se presentaron bailadores de guapango, tocadores de arpa y decimeros.
En los días posteriores, se realizaron juegos hípicos militares, un concierto en el Pedro Díaz, juegos deportivos, una kermesse, una fiesta escolar organizada por las Escuelas Primarias de la ciudad, un gran concurso de bandas, una gran verbena popular y, el día 28 de agosto, por la mañana; la entrega de las copas a los equipos vencedores de los Juegos de exhibición, cerrando el día, con una gran serenata en el Parque 21 de Mayo.
De los festejos que se llevaron a cabo en el marco del primer centenario de la firma de los Tratados de Córdoba, queda constancia en el acervo documental de nuestro archivo histórico, tanto en los documentos administrativos enviados por la Junta de Festejos al Ayuntamiento cordobés para hacer las gestiones pertinentes; como en el único ejemplar del programa de actividades que se imprimió para tal efecto, todo ello contenido en el tomo 370 del año 1921.
En cuanto a los elementos decorativos monumentales que fueron elaborados para esta conmemoración, la Junta de Festejos da cuenta en la última parte de su programa, en la sección “Notas”, que en las principales calles de la ciudad se levantarían artísticos “arcos triunfales” (arcos monumentales hechos con materiales perecederos como madera, papel, flores, etc.) costeados por la propia junta, el gobernador del estado, el H. Ayuntamiento, Casino cordobés, Colonia española, Cámara de comercio, Cervecería Moctezuma, Fábrica de cigarros “El Buen Tono”, Ferrocarril Urbano, Ferrocarril, Cervecería “La Amateca”, Cervecería “La Mexicana”, Hacienda de San Miguelito, “Compañía Cordobesa de Luz y Fuerza”, Hacienda de San Francisco, Gremios y Corporaciones particulares; entre otros. Durante estos días de fiesta se puso a disposición de los pobladores tanto de Córdoba como de Orizaba, trenes especiales para su transportación.